Unidos
bajo
la
consigna
“Todas
y
todos
somos
Barillas”
la
población
se
movilizó
masivamente
en
contra
del
estado
de
sitio
que
restringía
las
garantías
constitucionales
de
la
población,
que
implicó
un
fuerte
despliegue
militar,
la
violación
a
derechos
humanos,
agresiones físicas y
violencia
sexual
a
mujeres
y
golpes
a niños,
la
destrucción
de
viviendas,
desplazamiento
forzoso
hacia
las
montañas,
principalmente
durante
los
allanamientos,
así
como
el
descenso
y
perdida
del
comercio
comunitario.
Además
del
gasto
que
le
implicó
al
estado,
de
5
millones
de
quetzales
durante
los
18
días,
que
duró
el
estado
de
terror
en
el
municipio
de
Santa
Cruz
Barillas,
en
el
departamento
de
Huehuetenango.
Ante
la
justa
movilización
popular
y
el
rechazo
general
ante
las
medidas
del
gobierno,
el
presidente
militar
de
Guatemala,
Otto
Pérez
Molina,
no
tuvo
otra
alternativa
más
que
levantar
el
estado
de
sitio.
Este
hecho
se
puede
valorar
como
un
triunfo
de
las
organizaciones
populares
y
de
los
pueblos,
quienes
nos
oponemos
a
la
política
neoliberal
impositiva
de
los
megaproyectos,
que
anteponen
los
intereses
transnacionales
y
de
una
minoría
oligarca
ante
el
bienestar
y
la
autonomía
de
los
Pueblos.
El
problema radica en que todos los megaproyectos, sin excepción,
irrespetan la voluntad y palabra de las comunidades afectadas, se
imponen bajo la mentira o por la fuerza militar y la totalidad de
éstos se encuentran en manos privadas nacionales o extranjeras, que
en nada beneficia a los Pueblos de Guatemala. Tal es el caso del
proyecto Hidro Santa Cruz, subsidiaria de la empresa española
Hidralia Energía S.A.
La
represa de Chixoy y su legado de Terror es el referente de cómo
estos proyectos se han impuesto en zonas golpeadas por el terrorismo
de estado, según consta en informes como el de la Comisión para el
Esclarecimientos Histórico, CEH. Las comunidades buscan formas
sustentables que mejoren su calidad de vida y eso no se encuentran en
la imposición de proyectos desarrollistas que conlleven saqueo y
destrucción de los bienes naturales.
La
restricción de derechos, así como la estigmatización y
criminalización hacia las luchas sociales, que el gobierno, a partir
de su toma de posesión, ha impulsado desde su concepción racista y
discriminatoria, reflejan el eminente regreso de las prácticas y
lógicas contrainsurgentes que han causado zozobra e incertidumbre en
los Pueblos de Guatemala.
Aún
cuando
el
estado
de
Sitio
fue
levantado,
el
gobierno
ha
sentado
su
postura
frente
al
futuro
de
los
Presos
Políticos
acusados
de
instar
al
desorden,
cuando
en
realidad
buscaban
preservar
la
vida
y
la
madre
naturaleza,
siendo
esta
la
continuación
de
la
persecución
penal
y
la
impunidad
frente
al
asesinato
de
Andrés
Francisco
Miguel
y
el
atentado
contra
la
vida
de
Pablo
Antonio
Pablo
y
Esteban
Bernabé,
quienes
resultaron
gravemente
heridos.
El
30 de Junio la familia oligarca Novella, dueños de Cementos
Progreso, S.A, tras años de resistencia indígena, campesina y
popular, impondrá su megaproyecto en San Juan Sacatepequez, a través
de la instauración de la segunda Brigada de Policía Militar con el
nombre del criminal de guerra Héctor Alejandro Gramajo, generando
así nuevas estructuras para amedrentar las resistencias
comunitarias. Una vez más vivimos las formas del autoritarismo
contrainsurgente y su clara defensa al capital nacional e
internacional sobre los derechos de los Pueblos.
Ante
esto,
proponemos
el
impulso
de
una
serie
de
acciones
para
continuar
en
la
resistencia
contra
el
poder
económico
y
su
ejército
de
ocupación,
fundamentadas
en
el
debate
y
análisis
de
la
política
económica
neoliberal,
que
se
basa
en
el
desplazamiento
de
los
pueblos,
para
el
saqueo
y
expolio
de
los
bienes
naturales
y
el
ascenso
del
militarismo
al
poder,
como
mecanismo
contrainsurgente
frente
a
la
resistencia,
a
través
de:
- Debates, foros, asambleas populares de la memoria, acciones de calle, murales, pintas, manifestaciones, ocupaciones pacificas de espacios emblemáticos del poder, para compartir, difundir y propagar el conocimiento y saberes de los pueblos para la resistencia.
- Apoyo a los procesos judiciales contra los criminales de guerra y sus cómplices.
NO
OLVIDAMOS,
NO PERDONAMOS,
NO NOS RECONCILIAMOS.
H.I.J.O.S.
GUATEMALA
Marcha de San Juan Sacatepequez entra a la Ciudad de Guatemala para exigir respeto a la Consulta Popular que rechazo la instalación de una Cementera
marcha de Barrillas que rechazo el Estado de Sitio
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