Por Roderico Díaz.
La
jornada de ayer fue emotiva para toda la sala de vistas en la que se
encontraban más de 250 personas que desde las 8:30 de la mañana
permanecieron atentos a los testimonios. Pese a que la retumbante voz
del abogado de la defensa intenta deslegitimar a los testigos
preguntando si alguien les pagó, los hombres y mujeres Ixiles sentados
frente al tribunal, serenamente contestan la verdad.
Incluso
una periodista de de Telediario tres inicio a repetir las mismas
afirmaciones de los partidarios de los militares acusados de Genocidio
en donde aseguraba que los Ixiles eran de la Guerrilla y pagados para el
Juicio.
Las
declaraciones expuestas hoy relatan cómo se dieron las masacres, cómo
los sobrevivientes huyeron hacia la montaña y las condiciones inhumanas a
las que fueron sometidas, “comíamos hierbitas, pero no teníamos sal”
“no había sal” “teníamos susto” “muchos se murieron de susto” “ahora
sigo enferma por lo que me pasó, sigo con susto, ahora cualquier cosa me
asusta mi corazón.”
Tres
mujeres testificaron, tranquilas frente al tribunal relataron cómo fue
para las mujeres el conflicto. Francisco, un joven que en el 82 tenía 6
años, con lágrimas en sus ojos pero con las verdad en su palabra, contó
cómo lo secuestró el ejército a él y a su hermanita de 4 años y fueron
llevados al destacamento militar donde habían más de treinta niños de
quienes no sabe su paradero “A algunos se los llevaban en helicópteros,
ya no los volvíamos a ver.”
“Qué
culpa tenían los niños de tres meses, ellos decían que eran
guerrilleros” “nos decían que éramos salvajes, y no se qué significa esa
palabra salvajes””quiero decir lo que me pasó porque es la verdad”
indicó Don Gaspar un hombre de 67 años, quien al testificar
elocuentemente relató al Tribunal estas experiencias como si le hubieran
ocurrido ayer.
Algunos
de los militares y sus familiares que llegan a presenciar el Juicio
envalentonados tampoco han dudado en amenazar sutilmente a los miembros
de diversas organizaciones sociales y de derechos humanos, ayer por
ejemplo un acompañante frecuente de Mendez Ruiz se acerco a una
compañera encargada de Logística y le externo que el sabia en donde
habían huesos y pedazos de soldados muertos en la guerra.
Con Información de AJR y CALDH
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