Fallece Clemente Vasquez Mateo, primer testigo juicio por genocidio y deberes de humanidad, contra el pueblo Ixil
“La
tierra tembló porque ella sabía que la impunidad no había sido
todavía vencida: tembló de ira, y con toda razón. Pero a la larga
la tierra, la madre, volverá a reconocerse en este mundo que miente
cada vez que dice que es eterno como la impunidad y la injusticia”
Eduardo Galeano
Durante
la la noche del día 28 de julio, los medios de comunicación
televisivos y escritos anunciaron en vasta notas breves que en el
occidente del país llovía y temblaba; en la región central fuertes
vientos y tormentas; la naturaleza nos informaba que pronto nos
dejaría un gran hombre, uno más de los miles de hombres y mujeres que lucharon toda su vida buscando paz a travez de la justicia por el
genocidio sufrido y los crímenes de lesa humanidad cometidos por el
Ejército de Guatemala.
En la madrugada de hoy (5:00 a.m del 29 de julio 2014) el señor Clemente Vásquez
Mateo falleció, en su casa de la aldea Villa Hortencia Antigua, del municipio
San Juan Cotzal. Sobreviviente del genocidio, don Clemente se nos
fue con toda la dignidad que caracteriza a su pueblo. Se nos fue
dejando a su familia, comunidad y a los pueblos todos de Guatemala, la
herencia de su historia, de su lucha, de la verdad de lo que pasó y
la tenacidad en la búsqueda de lo justo.
Cómo
a tantos guatemaltecos y guatemaltecas a don Clemente le fallo el
sistema, al negarles que la sentencia por genocidio quedara en firme,
en contra de ex presidente de facto José Efraín Ríos Montt. El Estado de Guatemala le quedó debiendo justicia a don Clemente, a cambio de su dolor y valentía le devolvió impunidad. Pero don Clemente no nos
falló a nosotros y nosotras, no le quedó a deber a la vida en lo justo
y nos dejó su testimonio en la sentencia por Genocidio. El señor Clemente, despojado por el ejército de tierras, cosechas, familia nos heredó lo que nunca pudieron arrebatarle: Dignidad, Memoria y el ser Justo.
Primer
testimonio en la sentencia por genocidio y deberes contra humanidad, (transcripción literal)
Clemente Vásquez Mateo1:
declaró que en el año mil novecientos ochenta y dos vivía en Villa
Hortensia Antigua. El veintidós de mayo de mil novecientos ochenta y
dos el Ejército llegó a su comunidad a quemar la casa. Él fue a
buscar unas cosas para su esposa y familia y se fue para el lugar
conocido como Guacamaya y cuando regresó al otro día su esposa
estaba muerta junto con una nieta. Unos patrulleros le dijeron que lo
estaban velando porque su esposa había muerto, ya que él iba
llegando con el maíz que había conseguido. También le dijeron que
estaba muerta pero que la estaban cuidando porque sino los chuchos se
lo iban a comer.
No
podían andar de día solo de noche. Cuando llegó su esposa y su
nieta están hechos pedazos cuando vio a su esposa tirada empezó a
llorar junto con sus hijos. Junto con sus vecinos los fueron a
enterrar. Recuerda que lloraba y tenía mucho dolor. A los quince día
volvieron a llegar los del Ejército balearon y mataron. Su hermano
mayor estaba enfermo y no miraba, estaba junto a su cuñada y solo le
dijeron “bájate y lo balearon”. Antes no tenía lámina sino
solo basura y paja. Su hermano y su cuñada se quemaron. A los veinte
días volvieron a llegar y capturaron a su hermana y su cuñada
quienes eran grandes. Recuerda que se las llevaron pero nunca las
volvieron a ver, ni vieron a donde las fueron a matar. Perdieron la
vida por El Ejercito. Todo lo que tenía en su casa lo perdió
piocha, maíz, frijol, café, ropa, piedra, piedra de moler, mesa y
todo. Indicó que tiene mucho dolor por eso pide justicia. Vio todo
el daño que hizo el Ejército a su familia y a su comunidad. Lo que
dice es la verdad. Indico que ir al Cementerio le da tristeza. El
Ejército arrasó con su Aldea. Todo fue culpa del Ejército. El
Ejército tuvo un destacamento en la Finca San Francisco y él vivía
a una “legua”. En el lugar había una cuadrilla en donde había
una galera y llegaban mujeres y hombres. El Ejército salía en la
noche a violar a las mujeres. El Ejército hizo mucho daño. Una vez
que llegaron a Villa Hortensia y los citaron los mataron y ellos se
fueron huyendo. Cuando vieron mataron el ganado. Al siguiente día
bajaron ya no había nada. Aguantó hambre. Estaba sin medicinas.
Solo comían aguacates, guineos y hierbas. No tenían ni sal. “los
patojos tenían jiote”. Su sobrino le dijo que mejor se iba del
pueblo de noche a visitar a su familia porque ya no tenían salida
porque en el camino había emboscada. Cuando llegó con el Alcalde le
dijo “Ahora te vamos a castigar, te vas a la cárcel y mañana vas
a salir y te llevamos al Destacamento de Chubul”, por lo que su
sobrino cumplió. Al otro día llegaron las visitas y le dieron café
y shequitas . El Capitán preguntó cuántos eran los que estaban
escondidos en la montaña y le dijeron que eran cien por lo que les
indicó que el Capitán que: “Ahora van a presentar porque hay
amnistía, presente tal día les voy hacer sus pases” porque como
los patrulleros velaban cada aldea. El capitán hizo un paso para ir
atraer a los demás compañeros del pueblo. Cuando los fue atraer el
Capitán dijo que pasaran al Juzgado que llevaran libro, maíz, para
lo patojos. Unos patojos se quedaron en el camino porque no
aguantaron. Su esposa Elena Maldonado Lux quien tenía
aproximadamente cincuenta años y su nieta se llama Elena Cardona
Maldonado. Su hermano mayor se llamaba José Vásquez Mateo y su
esposa María Canta, murieron porque quemaron la casa. A teresa López
la fueron atraer y la mataron en un río pero su esposo Paulino
Pínula está vivo. La mataron junto con Manuel León. A los Patojos
los recogieron unas personas. Mataron a Teresa López, Manuel León,
Juana López, y Fabián Pínula a quienes los tiraron en un río.
Juana lux tenia aproximadamente veinticinco años a quien mataron en
la Aldea. En Villa Hortensia el Ejército mató aproximadamente a
cincuenta personas y seis de su familia. Reconocieron a las mujeres
que eran Cotzales por sus rebozos, unas estaban apuñaladas y con
bala. Fue una desgracia lo que sufrió la comunidad. Habían personas
que murieron en la montaña, murieron mujeres embarazadas. Estaban
escondidos pero por las balaceras de los helicópteros solo abrazaban
los palos. Murieron niños y bebés, quienes también murieron camino
a Cunén. Un señor grande murió en el camino y lo enterraron. A
unos muertos se los comieron los perros por lo que los enterraron. A
su esposa la exhumaron. Manifestó que pide justicia y que los hechos
no se vuelvan a repetir. A su declaración se le otorga valor
probatorio por las razones siguientes: a) Narra la forma en que llegó
el Ejército a su comunidad. B) Indica como quemaron su vivienda. C)
Indica cómo llegaron a matar a sus familiares. D) Hace ver que
murieron bebés, entre las personas que mataron en la comunidad. E)
El testigo indicó claramente que vio lo ocurrido.
1
Consultado http://www.paraqueseconozca.blogspot.com.es/;
6ta parte, sentencia por genocidio. Sentencia C-01076-2011-00015
OF.2º . Folio 367 y 368; consultado el día 29 de Julio de 2014.
Comentarios
Atentamente:
Jorge Vinicio Santos Gonzalez,
Documento de identificacion personal:
1999-01058-0101 Guatemala,
Cédula de Vecindad:
ORDEN: A-1, REGISTRO: 825,466,
Ciudadano de Guatemala de la América Central.
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Mis calumniadores surrealistas de los vórtices virtuales que me exploran esotéricamente desde el año de 1,992 bajo las calumnias de prevaricador y de violador sexual masoquista por un linchamiento sexual popular frustrado por los tales como fraude sexual me improvisaron esotéricamente para difamarme de premeditado como tambien de impostor únicamente para perplejarme con la gente. Mis calumniadores contiguos a mi casa son cómplices de mis corresponsales polares de tales vórtices virtuales que me exploran esotéricamente desde el año de 1,992 para calumniarme consecuentemente de violador sexual masoquista pero con el perjurio de calumniarme de victimario a través de improvisarme esotéricamente como secuencia agravante de la responsabilidad que evolucionó en la calumnia inverosímil de victimario por la premeditacion de la gente y de mis calumniadores.
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